Domeño es un municipio ubicado en el interior de Valencia
que fue derribado en 1979, debido a la construcción del Embalse de Loriguilla,
por lo que la población se trasladó a otro lugar, recibiendo este el nombre de
“Viejo Domeño” y, el núcleo urbano que se formó tras el traslado de los
habitantes, “Nuevo Domeño”.
Tras
el abandono del antiguo pueblo, por unos y otros motivos, actualmente sólo
quedan en pie las ruinas de un castillo de origen musulmán, algunas casas
viejas y el cementerio. No obstante, el cementerio se encuentra aparentemente
vacío pues, a excepción de unas pocas tumbas, todos los difuntos allí
sepultados fueron trasladados a Nuevo Domeño. No obstante, a raíz de dicho
traslado, comenzaron a suceder cosas extrañas, quizás por el hecho de haber
movido los cuerpos de quienes allí se encontraban descansando eternamente.
Entre
los fenómenos paranormales que se han desarrollado en dicho cementerio,
destacan la percepción de sonidos que nadie sabe de dónde procede, la aparición
repentina de olores (tanto agradables como desagradables), bruscas bajadas de
temperatura, o voces que no parecen proceder de una persona viva.
Por
ello, son muchos los que se han atrevido a realizar psicofonías, muchas sin
éxito, y otras con la suerte de haber podido captar palabras o frases.
Además,
tanto en el cementerio como en la iglesia, se han realizado rituales satánicos.
Y en el cementerio se llegaron a profanar aquellas tumbas que no fueron
trasladadas.
Quizás
no sea un lugar realmente activo, pero sí es un lugar que atrae la atención por
la extraña tranquilidad que envuelve a quien pisa dicho camposanto.