domingo, 23 de enero de 2022

LA DAMA DE BLANCO DEL PARQUE DE MARIA LUISA

En la histórica localidad de Sevilla es posible pasear por un hermoso parque que recibe el nombre de Parque de María Luisa, situado a espaldas de la Plaza de España.


Inicialmente, este lugar formó parte del Palacio de San Telmo, siendo los jardineros privados de la infanta María Luisa de Borbón, hermana de Isabel II, de quien recibe el nombre dichos jardines.

No obstante, en 1893 fueron cedidos a la ciudad. Tras diferentes reformas, el jardín comenzó a albergar distintos pintorescos lugares de estilo romántico para crear un perfecto conjunto con los jardines de la Alhambra y los Alcázares sevillanos. Además, tras la construcción de la Plaza de España en 1929, el Parque de María Luisa, así como todo el entorno, fue declarado Bien de Interés Cultural.


Tal es su belleza e importancia, que cientos de personas pasean entre sus árboles a diario. Pero los sevillanos y los turistas no son los únicos que vagan por dichos jardines pues se habla de la aparición de una dama que, vestida de blanco, parece haber convertido ese rincón en su hogar.

Según parece ser, se trataría de la misma María Luisa y hay quien dice que tal era el amor que sentía por ese espacio que su espíritu quedó atado a él. Otros dicen que tuvo una vida desdichada y que aquel jardín era su único espacio para poder escapar de la realidad, pues dicen que la Dama de Blanco vaga sollozando y lamentándose.

Además, en el cercano Palacio de San Telmo, que fue comprado por la misma María Luisa y su esposo, Antonio de Orleans, para establecer allí su residencia, también corren rumores de una silueta blanquecina que, ataviada con ropas de época, parece atravesar sus rejas para pasear. Hay quien asegura que esa aparición es la misma Dama de Blanco. Según algunos expertos, dicha entidad saldría a diario del Palacio de San Telmo para pasear por el parque antes de regresar a dicho palacio.



Esta pacífica entidad ha conseguido que el Parque de María Luisa sea, aún si cabe, un lugar mucho más mágico que cautivará a todos los que por él paseen igual que lo hizo con la Dama de Blanco, que se niega a abandonar tales jardines.



domingo, 16 de enero de 2022

SUCESOS PARANORMALES EN SEVILLA ESTE

Nunca nadie espera que los fenómenos paranormales disturben la tranquilidad del hogar familiar, pero eso fue lo que le pasó en esta ocasión a una familia del barrio de Sevilla Este, tal y como se publicaba recientemente en el periódico “El Correo de Sevilla” por parte del periodista de misterio José Manuel García Bautista.


Una familia formada por un matrimonio y sus dos hijos se mudó recientemente a un piso ubicado cerca de la avenida de Emilio Lemos, en Sevilla Este. La familia tuvo un muy buen inicio en dicha vivienda y realmente parecían haber encontrado su hogar sin saber lo que algún tiempo después les sorprendería.

Una noche, cuando la familia se disponía a irse a dormir, una bombilla comenzó a parpadear y a producir intermitencias. La familia pensó que se trataba de un fallo de la bombilla por lo que decidieron cambiarla al día siguiente. Pero lo que no se esperaban es que otras luces de la casa comenzasen a hacer lo mismo como si hubiese alguien encendiendo y apagando constantemente las luces de la casa. Pensaron que podía tratarse de un fallo en el circuito eléctrico de la casa, aunque lo cierto es que el resto de elementos eléctricos del domicilio no parecían verse afectados por tal fenómeno. Tratando de buscar una explicación lógica y deseando que no se tratase de una avería complicada, la familia se fue a la cama.

Pero aquello era solo el principio pues apenas llevaban unos minutos tratando de conciliar el sueño cuando todos pudieron escuchar un ruido tremendo procedente del salón. En palabras de José Antonio, el padre de familia, parecía como si algo hubiese caído sobre el techo. Al encontrarse su domicilio en el último piso, no podía tratarse de un vecino por lo que se plantearon que pudiese haberse caído la antena. Algo asustados, se dirigieron al salón encontrando un pesado aparador en medio de la estancia que una sola persona no podría haber movido. La familia no entendía cómo podía haber pasado eso y llegaron a pensar que alguien se había colado en el piso, pero tras comprobar la puerta vieron que esta se encontraba debidamente cerrada con llave. Como forma de buscar una explicación a aquello, llegaron a argumentar que un terremoto había sacudido el edificio afectando principalmente a aquel mueble, pero lo cierto era que ninguno encontraba aquella escusa convincente y se empezaron a sentir bastante inseguros.

Con el paso de los días, la situación fue empeorando: las luces seguían encendiéndose y apagándose, en ocasiones el televisor cambiaba sólo de canal, escuchaban golpes y pisadas extrañas así como el sonido de una respiración, o algunos objetos desaparecían para aparecer en otro lugar de la casa.

La familia sintió necesidad de pedir ayuda pero antes de ello decidieron investigar la historia del piso. Según descubrieron, a pesar de ser un edificio de nueva construcción, tardaron mucho en venderlo, algo que no cuadraba pero para lo que tampoco tenían respuesta. La familia se puso en contacto con distintos investigadores que no les dio ninguna solución hasta que apareció el equipo de investigación liderado por José Manuel García Bautista.

Debido a la tensión que los miembros de la familia mostraban, se les pidió que abandonasen el edificio mientras el equipo de investigación realizaba su trabajo.

Los investigadores realizaron mediciones de campo electromagnético y de temperatura sin percibir ningún cambio notable. En cuanto a las cámaras, tampoco registraron nada fuera de lo normal. Todo parecía apuntar a una falsa alarma. No obstante, decidieron entrevistarse con algunos vecinos. Según sus testimonios, por ese piso había pasado mucha gente sin que nadie hubiese querido comprarlo, como si no les transmitiese buena sensación y las personas que lo alquilaban, enseguida se marchaban. En varias ocasiones llegaron a escuchar golpes a pesar de encontrarse vacío.

Continuando la investigación, se descubrió que durante el final de la construcción del edificio los obreros realizaron durante su almuerzo una ouija en ese piso. Por ello, el equipo de investigación realizó otra sesión de espiritismo durante la cual contactaron con un ente al que, tras realizar un laborioso trabajo, pudieron despedir del plano terrenal.

La familia regresó a su domicilio sin que nuevos fenómenos paranormales se produjesen, esperando que estos no vuelvan a perturbar sus vidas nunca más.