jueves, 24 de junio de 2021

EL SANATORIO MILITAR DE LOS MOLINOS

En la sierra de Guadarrama se instaló un hospital lujoso para tratar a militares españoles con afecciones respiratorias. Aunque recibió el nombre del sanatorio militar de Los Molinos, fue popularmente conocido como “Sanatorio de la Marina”.


El enclave es ideal para situar este hospital ya que la pureza del aire de la zona favorecía la pronta recuperación de quienes allí eran ingresados. Con el paso del tiempo, el centro se especializó en neumología, siendo la enfermedad respiratoria más corriente de quienes allí ingresaban.

Desgraciadamente, las instalaciones se quedaron obsoletas hasta que en el año 2001 el Ministerio de Defensa cerró las puertas del sanatorio. A pesar de haber existido distintos proyectos para trasformar el edificio, se ha convertido en un lugar abandonado.

A partir de este momento, el lugar despierta el interés de muchos curiosos decididos a explorar las silenciosas y oscuras entrañas del edificio. Quien recorre sus pasillos puede ver los restos del antiguo sanatorio: camillas abandonadas y destrozadas, archivadores llenos de documentación de los pacientes que allí hubo hospitalizados, material médico completamente deteriorado o batas raídas colgadas de percheros oxidados.

A raíz de estas incursiones, comienzan a surgir rumores que hablan de ruidos inexplicables, siendo el más común el sonido de un grupo de personas corriendo escaleras abajo. Hay quien asegura sentir pisadas a sus espaldas que parecen ser algo más que el eco de los propios pasos, pues van acompañadas de frío, la sensación de ser vigilado e incluso de respiraciones. Es común que las puertas se cierren de golpe, a pesar de no haber corriente en ese momento, o que las mismas se abran con crujidos siniestros. Algunos testigos cuentan haber escuchado el sonido de una cerradura abriéndose o cerrándose con llave, o simplemente el sonido de unas llaves entrechocando. Es también posible escuchar murmullos en estancias que resultaban estar vacías.

Desde el exterior se han podido ver extrañas luces desplazándose por el interior que no parecían corresponder a la luz emitida por una linterna o un móvil.

Algunos se han atrevido a realizar psicofonías y, aunque en la mayoría de los casos no parecen haber tenido resultado, algunas grabaciones han mostrado extrañas voces, murmullos o ruidos de procedencia desconocida.

De este modo, el sanatorio de Los Molinos se ha convertido en un punto de interés para los amantes de lo paranormal.


sábado, 19 de junio de 2021

ÁNIMAS PARANORMALES I

 El convento de San Miguel de las Victorias, situado en Priego (Cuenca), es un edificio en cuyo interior son muchos quienes han tenido raras experiencias inexplicables.


Este inmueble fue fundado en 1577 por el marqués de Priego tras haber sobrevivido a la batalla de Lepanto. Dicho convento fue edificado sobre la antigua ermita de San Miguel y vivió ciertos infortunios a lo largo del tiempo, quedando desocupado de religiosos, aunque siendo utilizado en momentos como albergue de grupos cristianos.

El protagonista del siguiente suceso, a quien daremos el nombre ficticio de Lucas para proteger su identidad, cuenta que acudió a unas jornadas de convivencia con un grupo católico que tuvo lugar en este convento. Según me explicó de viva voz, entrar al interior del convento ya pone los pelos de punta, pero sobre todo lo hace asomarse a una habitación donde, al parecer, se realizaron exorcismos. Prueba de ello está en los arañazos en la puerta por dentro, o en el cerrojo que cierra la puerta por fuera impidiendo salir a quien se encuentra dentro. Y es que, al parecer, allí realizaron un poderoso exorcismo a un religioso que no acabó demasiado bien. Desde entonces, cuentan que esa habitación está maldita. No obstante, la han habilitado para que la gente se pueda alojar en ella.

En esta ocasión, Lucas y sus amigos se alojaron en esa misma habitación, entre risas y ciertas burlas. Pero las ganas de bromear se acabarían pronto pues no tardaron en aparecer los problemas.

La primera noche, pudieron escuchar sonidos extraños y se podía notar cierta tensión en el ambiente así como descensos bruscos de temperatura que les hacía sentir incómodos, pero todo aquello podía ser normal pues los muebles crujen con el cambio de temperatura, y además estaban algo sugestionados por encontrarse en la habitación en la que se encontraban.

Pero conforme pasaban los días, la situación se hizo insoportable. Una noche escucharon unos extraños ruidos en el techo como si alguien caminase con fuerza o arrastrase un objeto pesado por el piso de arriba. El problema es que ellos estaban en la última planta y arriba sólo se encontraba el tejado, al que no hay acceso. Pero todo no acaba ahí, pues pudieron escuchar un fuerte grito gutural que les heló la sangre, obligándoles a salir de allí. Se intentaron convencer de que aquello tenía explicación, que quizás alguien intentaba asustarles, pero por más vueltas que le daban, aquello no parecía tener ningún sentido.

En otra ocasión, se encontraban sentados en un pasillo cuando el ambiente comenzó a enrarecerse y las bombillas de la fila de luces que había sobre ellos empezaron a apagarse una a una desde los extremos hasta llegar a la que había sobre ellos, dejándoles en la más absoluta oscuridad. Al cabo de unos segundos, todas las luces se encendieron de golpe. Según me explicó Lucas, si pulsabas los interruptores de aquella sala, se apagaban todas las luces a la vez y no de una en una como lo acababan de hacer.

Pero quizás, lo más terrorífico tuvo lugar cuando regresaron a la habitación y encontraron un crucifijo boca abajo con el Cristo arrancado y que todo apuntaba a que alguien lo había metido por la ventana aun tratándose de un tercer piso. Además, ese mismo crucifijo estaba previamente colocado en otra estancia del monasterio.

Tras aquel suceso, le explicaron al sacerdote del monasterio lo ocurrido y el hombre se dirigió rápidamente a aquella habitación a echar agua bendita y a rezar.

 Los sucesos parecieron detenerse y nunca supieron qué los había producido y por qué. Pero desde luego, vivir aquello supuso un fuerte cambio en Lucas, que empezó a ver el mundo paranormal con otros ojos.