Jaén es una provincia llena de hermosos lugares cargados de historia y misterio. Uno de esos lugares es la preciosa ciudad de Úbeda, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2003, pues alberga un conjunto arquitectónico digno de ser contemplado.
Pero, más allá de la
belleza de su fachada, también llama la atención un suceso que ocurre en su
interior, y es que sus pasillos son recorridos por un ente con forma de mujer.
Según parece, en el siglo XVI, Rodrigo Dávalos, hijo de Andrés Dávalos, por
entonces dueño del palacio, contrajo matrimonio con Ana de Orozco, una mujer de
gran hermosura. El problema era que Rodrigo era una persona enfermizamente
celosa que desconfiaba de una posible infidelidad por parte de su esposa. En un
fuerte ataque de celos ordenó que la vistiesen con hábitos de monja y que la
emparedaran viva en el palacio. Al parecer, en el archivo histórico municipal
se conserva una carta escrita por Rodrigo Dávalos en la que confiesa y se
disculpa por el crimen.
Este asunto quedó en secreto y cayó en el olvido hasta años antes de que estallase la Guerra Civil cuando el Ayuntamiento de Úbeda obtuvo la titularidad del palacio sobre el que realizó algunas reformas. Fue durante esta obra que los albañiles contratados hallaron el cadáver momificado de una mujer con indumentaria religiosa. Se desconoce si con anterioridad se producían fenómenos extraños o si encontrar el cuerpo fue lo que los desató, pero el caso es que distintos testigos cuentan haber presenciado cómo algunas puertas se cierran y se abren solas, así como haber escuchado extraños sonidos en habitaciones vacías, aunque sin duda lo más llamativo es la imagen de una dama de blanco que vaga con agonía por los pasillos y estancias del que fuese su hogar antes de perder trágicamente la vida, la Casa de las Torres.