La mañana del viernes 24 de mayo de 2013
cambió por completo a la comunidad de vecinos del número 1 de la calle Almagro,
esquina con la calle San Lázaro, de Málaga.
Aquella mañana, la conserje, y dueña de
una vivienda en el inmueble, comenzó su trabajo en el portal siguiendo la
rutina de todos los días.
En ese momento, se sobresaltó cuando una
bombilla estalló a su lado. Miró al suelo contemplando los restos de la
bombilla y, a continuación, miró al techo. El problema es que en esa zona en
concreto no había ninguna lámpara u objeto que albergase una bombilla.
Asustada, la mujer llamó al anterior conserje, que también residía en el
edificio.
De inmediato una multitud se reunió en
torno al portal para contemplar cómo caían bombillas del techo, aunque esas
bombillas no estaban realmente ahí pues parecían materializarse.
De repente, el cristal que tapaba el tragaluz se rompió en pedazos al ser
roto por una llave inglesa que alguien había dejado caer.
Aquella llave inglesa tenía una marca, por lo que ambos conserjes la
reconocieron como la llave inglesa que se guarda en el cuarto de contadores.
Cuando fueron al cuarto de contadores para comprobar que, efectivamente,
aquella era la llave inglesa, no sólo verificaron su extraña sustracción de
aquel cuarto, sino que también alguien había robado bombillas almacenadas en
cajas que se usaban para reponer las que se fundían en el edificio.
A aquellos sucesos se unió un grupo de macetas que estalló sin previo
aviso. Más tarde, una estantería se cayó al suelo y un mueble del cuarto de
contadores se movió solo.
Pero tales fenómenos no se produjeron únicamente en el portal, pues en el
rellano de las diferentes plantas las bombillas también se estrellaban contra
el suelo de forma inexplicable.
Los fenómenos se produjeron casi de
continuo hasta las dos de la tarde, cuando los allí presentes escucharon un
potente golpe en el techo, junto al tragaluz, formándose un boquete en el
techo, y deteniéndose a continuación la actividad paranormal.
El martes 28 del mismo mes, un cuadro que
adornaba el portal se descolgó de forma violenta ante algunos vecinos. Al mismo
tiempo, en el bar situado en el local contiguo al edificio, el televisor se
cayó al suelo rompiéndose de inmediato, aunque en aquel momento sólo el dueño
se encontraba dentro.
Tras aquel suceso, diferentes investigadores de lo paranormal acudieron al
edificio para tratar de esclarecer lo ocurrido.
Un equipo de periodistas pertenecientes a
la revista “Enigmas” entrevistó a varios vecinos consiguiendo testimonios
bastante reveladores. Así mismo, la revista "Año Cero" también publicó los extraños acontecimientos que se desarrollaban en el edificio.
Algunos vecinos aseguraban que antes de que
aquel fenómeno comenzase, en algunas casas se habían movido algunos objetos
como si una mano invisible los moviese. Incluso en casas vacías se han podido
escuchar golpes o muebles arrastrándose durante la madrugada.
Este equipo de investigación, usó una
brújula para comprobar las alteraciones electromagnéticas. Al pasar por debajo
del tragaluz, la brújula se alteraba, por lo que comprendieron que ahí se
encontraba el origen de los sucesos paranormales.
Según investigaron, los fenómenos
poltergeist comenzaron al poco de mudarse un matrimonio al edificio, por lo que
investigaron a dicho matrimonio. Al parecer, tuvieron un problema que les había
afectado personalmente. Por ello, se averiguó que uno de los miembros de
aquella familia era quien había despertado a ese poltergeist.
Actualmente, aunque los fenómenos paranormales no han desaparecido, si
parecen haber disminuido su frecuencia. Aunque los vecinos no saben si
desaparecerán del todo, o volverán a cobrar intensidad cuando menos lo esperen.