miércoles, 24 de agosto de 2022

LA DISCOTECA GALAXIA DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA

En el número 25 de la calle San Bartolomé de localidad gaditana de El Puerto de Santa María hubo una discoteca llamada “Galaxia”. Un local formado por dos plantas al que acudían muchos vecinos en los años 80 para pasar un buen rato.

 

Pero no todo en el local era diversión, pues algo en el ambiente ponía tensos a los empleados. Según distintos testimonios de empleados, ninguno se atrevía a estar solo en el local pues se sentían vigilados por alguien a quien no podían ver, y tal era la negatividad con la que se cargaba el ambiente, que se producían roces entre el personal de la discoteca. En algunas ocasiones, se veían obligados a salir corriendo del lugar pues escuchaban ruidos extraños procedentes de la planta de arriba.

Uno de los testimonios procede del que fuese portero de la discoteca, un hombre al que todos conocían como “El Gorri”. Según su relato, nunca se atrevía a subir a la planta de arriba sin que alguien le acompañase pues la estancia le producía pavor y muy malas sensaciones.

Este hombre cuenta que en una ocasión, un grupo de baile de jóvenes procedente de Cádiz, se estaba preparando para realizar una representación en la discoteca. Sin previo aviso, “El Gorri” escuchó gritos y llantos, por lo que cogió un palo y subió a la planta de arriba encontrando a los jóvenes del grupo de baile arrinconados en una pared. Según su testimonio, había aparecido la silueta de un hombre en aquella estancia que les estaba acosando y amenazando. Además aseguran que cuando el portero entró, el fantasma desapareció atravesando al desconcertado hombre. No obstante, el portero asegura que él no llegó a ver ni a sentir nada, pero asegura que los jóvenes estaban verdaderamente aterrados.

Se desconoce el motivo por el que aquel espectro se encontraba allí pues las distintas investigaciones que se realizaron no descubrieron nada relevante. La discoteca terminó cerrando y el edificio con el tiempo fue derruido, ocupando ahora su espacio un bloque de viviendas del que no hay noticias de fenómenos paranormales.

lunes, 8 de agosto de 2022

EL HORNO DE MERCURIO DE ORIHUELA

Orihuela es una localidad alicantina de unos 78000 habitantes. A lo largo de los siglos, son muchas las actividades laborales que se han realizado y de las que vivían muchas familias. Una de ellas, que tuvo lugar a finales del siglo XIX fue la obtención de mercurio.

Con este fin, ubicado en el monte de San Miguel, a las afueras de la localidad, se inauguró un horno para la calcinación de cinabrio y la obtención de mercurio.


La propietaria de dicho horno, inaugurado el 5 de marzo de 1888, fue la Sociedad Minera Virgen del Carmen, que bautizó al horno como Horno de Santa Matilde.

A pesar de la importancia del lugar y de los numerosos puestos de trabajo que creó para personas procedentes de distintos puntos del país, el horno cerró a inicios del siglo XX quedando desde entonces abandonado.


Pero este lugar también fue marcado por la tragedia, pues se dice que una joven embarazada acudió al lugar para visitar a su marido, que allí trabajaba. Al parecer, mientras la mujer subía la cuesta hacia el Horno de Santa Matilde, quizás por el esfuerzo, sufrió un derrame que acabó con su vida. Según se cuenta, algunos vecinos encontraron el cuerpo sobre un charco de sangre sin poder hacer nada por salvarla.

Es a partir de ese momento, que los lugareños comenzaron a oír el llanto de un bebé y el canto de una mujer para calmar al pequeño. Los vecinos de la zona aseguran que se trata de aquella mujer, pues su alma quedó allí atrapada junto con la del hijo que llevaba en su vientre. Hay quien asegura haber visto también la silueta de una mujer portando un bebé pero que, al acercarse al lugar, se han encontrado con que no había nadie.

Distintos grupos de misterio que ofrecen rutas de esta índole en Orihuela han incluido el Horno de Santa Matilde en su itinerario, con la esperanza de poder ver u oír a esa mujer que tantos vecinos aseguran haber visto.

Sea por el atractivo histórico o por el paranormal, los restos del Horno de Santa Matilde se han convertido en un lugar de parada para muchos turistas.