En nuestro calendario
podemos encontrar noches que son realmente mágicas y poderosas: la noche de
Todos los Santos, entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, y la noche de San
Juan, entre el 23 de junio y el 24 de junio. Pero, a la vez, dichas noches son
opuestas pues, mientras que en la primera las malas ánimas gozan de poder,
durante esta noche es la luz la que gana fuerza.
Hay quien dice que durante
esta noche, Satanás aparece en nuestro plano, pero San Juan Bautista bendice a
las buenas almas para que el mal no pueda tocarlo. Otro leyenda explica que,
durante esta noche, personas buenas desaparecen misteriosamente pues, al
parecer, se convierten en santos.
Esta noche, debido a la
potencia que adquiere la magia al recibir energía de la luna y el sol, muchos
optan por hacer rituales mágicos para adquirir protección y buena fortuna.
Sin duda, la tradición más
importante está relacionada con las famosas hogueras de San Juan. Durante esta
noche, en muchos lugares se encienden grandes hogueras, ya que el fuego es un
elemento purificador. Quienes participan en este ritual suele quemar objetos
viejos o ropa vieja como forma de abandonar lo malo y atraer lo bueno. Otras
personas optan por escribir en un papel cosas que quieren que cambien en sus
vidas (normalmente pidiendo salud, amor y dinero) para, después, arrojar esos
papeles al fuego. Pero ahí no acaba todo, pues para conseguir protección
durante todo el año hay que saltar la hoguera un número impar de veces. Otra
forma de conseguir protección es caminar descalzo sobre las brasas de la
hoguera.
Otro ritual relacionado con
la limpieza de energías y la purificación consiste en echar agua en un
recipiente y añadir un poco de sal. A continuación, hay que dejar el recipiente
en el exterior durante toda la noche y durante el día siguiente para que pueda
cargarse con las energías de la luna y del sol. Al día siguiente, hay que usar esa
agua llena de buena energía para limpiar y purificar la casa.
También hay
quien opta por poner velas blancas en distintos puntos de la casa, normalmente
acompañadas de una oración, para atraer la buena fortuna y eliminar las malas
energías.
Otro ritual
que realiza la gente, esta vez sin la presencia del fuego, es colgar ramas de
saúco en la puerta de la casa para protegerla, ya que hay quien dice que el
saúco es una planta con grandes propiedades mágicas y que para los druidas era
sagrada.
Por último,
como forma de atraer la energía blanca procedente de la luna, hay quien opta
por bañarse desnudo observando dicho astro.
No
obstante, es necesario tener cuidado ya que se dice que si te encierras en el
baño con la luz apagada durante la noche de San Juan, en el espejo aparecerá el
reflejo del diablo para robar tu alma.
Es, en
definitiva, la noche de San Juan una noche en la que la superstición y los
rituales cogen importancia para eliminar todo lo malo y atraer todo lo bueno.