domingo, 18 de abril de 2021

EL FANTASMA DE LA CASA CERVANTES DE VÉLEZ-MÁLAGA

Vélez-Málaga es una ciudad de la provincia de Málaga. En el número 20 de la calle San Francisco de dicha localidad se encuentra la Casa Cervantes.


Se trata de una casa solariega del siglo XVI con una fuente en el patio, que recibe su nombre ya que, al parecer, allí se hospedó Miguel de Cervantes a finales de dicho siglo siendo recaudador en la villa para la Gran Armada de Felipe II.


Además, también se dice que allí nació en el siglo XVII el obispo de Málaga Fray Alonso de Santo Tomás, supuesto hijo ilegítimo del rey Felipe IV.

A inicios de los años 90 del pasado siglo, los empleados de los servicios de limpieza empezaron una huelga atrincherándose en el piso superior de la Casa Cervantes. Durante la noche, uno de los presentes se asomó al patio dispuesto a fumar un cigarro cuando escuchó un ruido muy extraño, como de algo arrastrándose. En la oscuridad del patio pudo ver una silueta humanoide que se movía con cierta dificultad. El hombre forzó la vista tratando de vislumbrar de qué se trataba llegando a ver a un hombre algo de vestimenta oscura y que parecía no tener rasgos en la cara, como si no tuviese rostro. Tras presenciar aquello, el hombre empezó a gritar despertando a sus compañeros quienes, al escuchar lo ocurrido, bajaron al patio sin encontrar nada fuera de lo normal.

Este suceso podría estar relacionado con la supuesta muerte de un hombre en el siglo XIX que, al parecer se cayó de cabeza al interior del pozo tratando de sacar agua. Debido a la estrechez del pozo, el hombre no pudo darse la vuelta, muriendo ahogado. Cuando encontraron el cuerpo, su rostro estaba deformado y reflejaba absoluto terror, por lo que decidieron cubrirle la cara con una tela, con la que fue sepultado.

 

Este no es el único suceso ya que tanto la revista “Año Cero” como el programa “Cuarto Milenio” recogieron una recopilación de testimonios. Muchas de las personas del personal de limpieza de la Casa Cervantes se vieron obligadas a cambiar su turno de trabajo al resultarles imposible soportar los ruidos durante la noche, así como los bruscos cambios de temperatura, golpes, pisadas, la sensación de ser observadas, puertas que se abrían solas, luces que se encendían o apagaban solas, o que algunos objetos cambiasen de sitio.

Pero lo más espeluznante es que algunos testigos aseguran haber visto junto al pozo durante un instante a un hombre con ropas de otra época y, lo más llamativo, es que no tenía rostro, ese mismo hombre que vio aquel hombre durante la huelga.

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