sábado, 30 de octubre de 2021

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI

Zugarramurdi es un municipio de la Comunidad Foral de Navarra conocido particularmente por el juicio, torturas y posterior ejecución de un grupo de mujeres acusadas de ser brujas en el año 1610.

Lo cierto es que esta localidad siempre mantuvo muy arraigadas sus tradiciones y siempre estuvo ligada a la brujería ya que en ella se encuentra la Cueva de los Aquelarres o de las Brujas.


En ellas durante la Edad Media se reunieron brujas para realizar sus Akelarres. El origen de la palabra “Akelarre” parece proceder de un prado situado junto a una de estas cuevas pues en él pastaba un gran macho cabrío negro. La palabra akelarre significaría “prado del macho cabrío”. Según los rumores y leyendas, dicho macho cabrío era el mismísimo diablo que se transformaba en persona durante la reunión de las brujas. Tal era la frecuencia con la que las brujas se reunían y la intensidad de sus reuniones, cantando y bailando a menudo en torno a una hoguera y adorando al diablo, que la localidad de Zugarramurdi recibió el sobrenombre de la Catedral del Diablo. En estas reuniones se realizaba un rito de iniciación a las nuevas brujas durante el cual la maestra acompañaba a la novicia hasta l reunión, donde debía renegar de Dios, del bautismo y de su fe para que así el demonio la aceptase, marcando a la nueva bruja con la uña.


Los Akelarres se siguieron produciendo durante siglos hasta llegar al trágico suceso que tuvo lugar en 1610 cuando una vecina de la localidad, de nombre María de Ximidegui, apoyada por otras vecinas denunció haber contactado con brujas, haber bailado con ellas y haberse untado en el cuerpo una extraña pócima. Tras aquellas acusaciones, en su mayoría basadas en supersticiones o envidias el tribunal de la Santa Inquisición realizó un auto de fe en el que cuarenta mujeres fueron procesadas, acusadas de ser brujas y de realizar artes oscuras y venerar al mismísimo Satanás. Este juicio tuvo lugar entre los días 7 y 8 de noviembre del citado año. De todas las mujeres acusadas e investigadas por posesión demoniaca, celebrar misas negras, provocar tempestades en el mar Cantábrico, causar maleficios a los campos y animales, y realizar prácticas de vampirismo y necrofagia, 18 fueron perdonadas por confesar sus culpas y apelar a la misericordia del tribunal. Pero el resto de las culpables no corrieron la misma suerte pues varias murieron al no poder soportar la intensidad de las torturas, y otras murieron quemadas en la hoguera acusadas de brujería.


Actualmente, la cueva se puede visitar y durante el solsticio de verano se celebra una fiesta de culto al fuego, haciendo ver que las viejas tradiciones siguen vigentes y que, con toda probabilidad, Zurragamurdi sigue siendo un hogar para las brujas. Así mismo, situado en el antiguo hospital, cerca de las cuevas, se inauguró en el año 2007 el “Museo de las brujas”, donde es posible conocer la historia de las brujas de Zurragamurdi, así como algunos utensilios utilizados por las mismas u otros empleados durante los Autos de Fe.



Tal ha sido siempre la importancia de este suceso que el artista español Francisco de Goya realizó en 1798 un cuadro titulado “Aquelarre” en el que se puede ver a un grupo de brujas junto al macho cabrío.


Así mismo, basada en estos sucesos y en las leyendas a su alrededor, en 1984 se realizó la película “Akelarre” y en 2013 la película “Las brujas de Zugarramurdi”. (Curiosamente, esta última consiguió varios "Premios Goya").



Afortunadamente, hoy día ya no se realizan Autos de Fe y la caza y quema de brujas desapareció completamente. Lo que es incierto es si, actualmente, Zugarramurdi sigue siendo hogar de las brujas.

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