LOS FANTASMAS DEL ANTIGUO EDIFICIO DE LA CRUZ ROJA DE CIUDAD REAL

En Ciudad Real se pueden encontrar los vestigios de un antiguo palacete de inicios del siglo XX mandado construir por el farmacéutico Conrado López. Este edificio fue alquilado a la Academia General de Enseñanza hasta que, finalmente en el año 1972 fue adquirido por Cruz Roja, hasta el año 2006.

Es durante este último período cuando distintos testigos presencias fenómenos paranormales. Hay empleados que han sentido miedo, especialmente durante la noche, al haber escuchado ruidos y pisadas en estancias completamente vacías. También han sido testigos de luces que se encienden y apagan solas, equipos médicos que se activaban de forma automática a pesar de estar desconectados de la corriente, walkie-talkies que se activaban solos con interferencias, incluso pudiéndose escuchar alguna extraña voz en algún momento. Estos sucesos hicieron que algunos empleados llegasen a huir del edificio por miedo.

Estos sucesos se mantuvieron en secreto durante mucho tiempo, aunque recientemente han salido a la luz.

Por un lado, el programa de podcasts “Caverna de ánimas” presentó una recopilación de testimonios sobre lo ocurrido en este lugar.

Además, el artista local Fernando López Gómez, alias Kirico, y nieto de los dueños que mandaron construir el palacio cuenta que durante un tiempo hubo quienes, en lugar de hacer la mili, realizaban la prestación social sustitutoria en Cruz Roja y que algunos de estos voluntarios, amigos o conocidos suyos, le contaban que habían sido testigos de cómo algunos muebles pequeños u objetos cambiaban de lugar, de puertas que se abrían y cerraban solas o de luces que se encendían y apagaban en salas vacías.
Se desconoce qué ha provocado todos estos sucesos, aunque hay quien dice que en el edificio se cometió un crimen. Y es que, al parecer, cuando removieron la tierra para edificar el palacete, aparecieron los restos de un cuerpo, y las hipótesis de la época parecían apuntar a un asesinato.

Por otro lado, hay quien asegura que la entidad es el propio Conrado López, cuyo espíritu no abandonó el edificio en el que durante mucho tiempo residió.

Actualmente el edificio se encuentra abandonado a la espera de un futuro uso, quedando sus muros a merced del tiempo.