En el barrio de Bellavista (Sevilla) se encuentra la llamada “Casa de los Niños”. Un centro de niños con discapacidades cerebrales que estuvo en funcionamiento entre los años 80 y 90 siendo cerrado por distintas circunstancias. En este centro de Educación Especial había un taller donde los niños, de diversas edades, que allí se encontraban realizaban fregonas o alfombras. Según los rumores, en este lugar murió un cura y varios niños, aunque se desconocen los motivos.
Pero antes de ser usado con tal fin, en los años 40, finalizada la
Guerra Civil, fue residencia de un gran mando militar de Castilla y León, por
lo que es posible apreciar símbolos militares en su interior. Pero, según
cuentan, la hija de este militar murió ahogada en la piscina. Tal fue el
impacto de esta tragedia, que el matrimonio abandonó el inmueble dejando allí
casi todas sus pertenencias.
Una mujer que estuvo haciendo las prácticas en aquel centro cuenta
que fue testigo de diversos fenómenos paranormales: las luces se encendían y
apagan solas, los grifos de las bañeras se abrían y cerraban y podían ver
extrañas sombras recorriendo las distintas estancias.
Tras ser cerrado el lugar, distintos investigadores conocedores de
las historias, acudieron al inmueble para realizar distintas psicofonías. Uno
de estos grupos de investigadores preguntó: “¿Eres
la persona que murió en este sitio?”. A modo de respuesta, una voz infantil
respondió: “Noooo”. Tras obtener esta
respuesta, preguntaron: “¿Qué quieres que
hagamos?”. Y la respuesta fue: ‘Marchaos’.
Lo sorprendente fue que esta voz no sólo la recogió la grabadora, sino que los
presentes en la sesión pudieron escucharlo perfectamente. Pensando que podía
tratarse de algún bromista, recorriendo el lugar buscando a alguna persona que
se hubiese colado en la Casa de los Niños, pero no encontraron a nadie.
En otra investigación, se realizó una sesión de espiritismo en la
que, a modo de respuesta, en el tablero de ouija se deletreó el nombre de un
hombre y dos mujeres. Estos nombres coincidirían con el militar que vivió allí,
su mujer y la hija del matrimonio que falleció en la piscina.
Además, distintos testigos que han acudido al lugar han podido
presenciar sombras que llegaban a eclipsar la escasa luz de la luna que entraba
por las ventanas, escuchar voces de personas, o incluso la silueta nítida de un
niño escondiéndose entre los árboles del terreno. En otras ocasiones, al tomar
fotos del lugar, la cámara ha captado extrañas neblinas que los ojos no
percibían.
Todos estos sucesos junto a la falta de información sobre el lugar
hace que le misterio entorno a la Casa de los Niños aumente creando muchas
preguntas pero muy pocas respuestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario