En el siglo XV en estaba plaza se ubicaba
el convento de San Francisco, convento de frailes franciscanos que estuvo
vigente hasta el siglo XIX. Es tras su abandono que se convierte en un
orfanato. No obstante, el edificio fue cerrado y derrumbado. Tras ello, se
remodeló la plaza y se construyeron varios inmuebles que fueron ocupados en los
años 80.
Es en ese momento cuando empieza la
pesadillas para los vecinos de la Plaza de los Aparecidos, pues todos,
independientemente del inmueble en el que residan, comienzan a ser testigos de
ruidos extraños, objetos que cambiaban de sitio, puertas que se abrían solas,
susurros, cambios bruscos de temperatura, olores extraños y apariciones. No
obstante, ninguno comentó nada por miedo a ser objeto de burla de los demás
vecinos, sin saber que todos los residentes en la plaza estaban compartiendo la
misma inexplicable vivencia.
Pero no fue hasta el año 2010 que muchos
vecinos se atrevieron a contar la pesadilla que llevaban décadas sufriendo. El
motivo fue que, durante la realización de unas obras en la plaza, apareció una
gran cantidad de huesos que, como se descubrió tras la correspondiente
investigación, se trataba de los monjes que antiguamente allí habían residido.
Tras este insólito descubrimiento, los
pocos vecinos que aún quedaban en la plaza y que no habían vendido sus hogares
deseando alejarse de aquellos extraños sucesos, se atrevieron a revelar el
secreto que guardaban con mucho recelo.
La gran mayoría de los testimonios hablan
de la aparición de un monje y la aparición de niños que golpean las paredes,
así como de risas y ruidos de pisadas. Este se trata de un suceso que se repite
muy a menudo y por el que los vecinos le dieron a la plaza el nombre de
"Plaza de los Aparecidos".
Pero no son sólo las personas quienes perciben
tales fenómenos, pues quienes tienen perro aseguran que a su mascota,
normalmente un animal inofensivo, cambia drásticamente, poniéndose en actitud
defensiva con el pelaje erizado y gruñiendo a la nada.
Una vecina explicaba en el programa Cuarto Milenio, cómo ha podido ver una
silueta se abalanza sobre ella cuando está en la cama. Otra vecina añade que se
pueden ver niños vestidos con ropa de otra época que disfrutan dando golpes y
moviendo objetos como si buscasen llamar la atención.
En una ocasión, un grupo de jóvenes
hicieron una fiesta en el piso de uno de ellos, al no encontrarse sus padres en
el inmueble. En ese momento, todos los asistentes a la fiesta vieron a un grupo
de niños pasear por la casa. Tal fue el pánico que eso les otra vecina explicó
que lo más sorprendente es que no se trata de una situación que ocurra en una
sola habitación o en un bloque, sino en toda una plaza. Añadió, además, que al
preguntar a otros vecinos por las extrañas sensaciones todos coinciden en
percibir cosas similares.
Pero las apariciones de monjes y niños no
es lo único extraño y aterrador, pues en esa plaza se producen más
intervenciones del servicio de emergencias que en el resto de Albacete, siendo
catalogado por un punto negro en la ciudad. Los servicios de emergencia
atienden, entre otras cosas, a muertes extrañas y numerosos casos de suicidio.
Todos coinciden en que en la zona es posible percibir una energía bastante
negativa.
Uno de los temas que más polémica causó
fue el suicidio del carnicero, que apareció ahorcado dentro de su propio
negocio. Pero, aparte de él, hubo dos suicidios más, un intento de suicidio, y
un niño que, accidentalmente cayó de un cuarto piso.
Actualmente son pocos los vecinos que
residen en la plaza de los Aparecidos pues muchos han preferido marcharse de
allí al no poder soportar los inexplicables sucesos. Por su parte, esos monjes
y esos niños no parecen tener intención de dejar de atormentar a los vecinos
que continúan en la plaza de los Aparecidos, si es que consiguen seguir soportando
la situación.
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