El Pardal es una pequeña localidad albaceteña de apenas 50 habitantes ubicada en el municipio de Molinicos, encontrándose en la mancomunidad de la Sierra del Segura.
Esta localidad se ha dado a conocer entre muchos por un extraño fenómeno que ocurre desde, según los testimonios, hace cientos de años y es la aparición en los campos de la zona de unas extrañas luces que recorren la zona e incluso han llegado a adentrarse en localidades cercanas como Casas de Lázaro o San Pedro. Lo llamativo de la aparición de estas extrañas luces es la fecha, pues ocurre entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre, cuando, según las creencias celtas, el portal entre el mundo de los vivos y el de los muertos se abre permitiendo a las almas de los difuntos vagar por nuestro plano. Es por ello que muchos creen que estas luces u orbes serían ánimas de personas que vivieron en la zona.
En cuanto a la zona de
aparición de este fenómeno, tiene lugar en la finca “La Quéjola”, un lugar
también conocido por los arqueólogos por encontrarse allí un importante
yacimiento donde se han encontrado restos de distintas épocas, especialmente la
íbera.
Según cuenta la tradición, la primera persona en toparse con esas luces fue un pastor llamado Cristino Cuerda que contaría a sus vecinos que primero vio una luz pero que conforme se acercaba el día de Todos los Santos el número de luces fue aumentando.
Este suceso ha despertado
tanto interés que se comenzaron a celebrar desde finales de los años noventa de
forma anual las “Jornadas de la Luz del Pardal” en el que multitud de personas
se reúnen en la zona para tratar de ser testigos de este inusual fenómeno que
tanto ha llamado la atención de aquellos interesados en lo paranormal.
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