jueves, 12 de abril de 2018

LAS PREMONICIONES DE LORCA

Federico Garcia Lorca, nacido en Fuente Vaqueros (Málaga) el 5 de junio de 1898 pasó a la historia por ser escritor de teatro y poesía de la Generación del 27, siendo autor de destacables obras como Poeta en Nueva York, Yerma, La Casa de Bernarda Alba, Bodas de Sangre o Romancero Gitano entre otras.

Desgraciadamente, Lorca fue fusilado en el camino que une las localidades de Víznar y Alfracar en la madrugada del 19 de agosto de 1936, un mes después de iniciarse la Guerra Civil, para posteriormente ser depositado en una fosa común.
Según descubrieron diferentes historiadores, el autor fue fusilado junto a un maestro republicano y dos banderilleros anarquistas cerca de una pedanía llamada Fuente Grande. 
Este lugar se terminó convirtiendo en una gran fosa común donde fueron sepultadas entre 3000 y 4000 personas.
La muerte del poeta fue una sorpresa para muchos aunque, quizás, no lo fue para el autor. El motivo es que algunos de los poemas que escribió parecen indicar cómo, dónde y cuándo sería su trágica muerte. Según parece, Federico García Lorca tenía premoniciones.
En la obra “Poeta en Nueva York”, se encuentra el poeta “Fábula y rueda de tres amigos”, el cual es el siguiente:

“Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos
para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna
huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados”.

Coincide este poema con la muerte de Lorca, pues fue asesinado en campo abierto, donde crecen margaritas entre otro tipo de flores silvestres. Los tres esqueletos harían referencia a los tres hombres que fueron fusilados con él. Además, actualmente sus restos no han sido encontrados a pesar de haber sido buscados en esa fosa común. Respecto al nombre de todos sus ahogados, parece indicar el nombre de todas las personas injustamente sepultadas allí que cayeron en el olvido hasta que se iniciaron ciertas investigaciones sobre la búsqueda e identificación de los restos.

Pero no es esta el único poema premonitorio de Lorca, pues en “Romance del emplazado”, uno de los poemas que componen “Romancero Gitano”, Lorca escribió las siguientes líneas:
“El veinticinco de junio
le dijeron a el Amargo:
Ya puedes cortar si gustas
las adelfas de tu patio.
Pinta una cruz en la puerta
y pon tu nombre debajo,
porque cicutas y ortigas
nacerán en tu costado,
y agujas de cal mojada
te morderán los zapatos.
Será de noche, en lo oscuro,
por los montes imantados,
donde los bueyes del agua
beben los juncos soñando.
Pide luces y campanas.
Aprende a cruzar las manos,
y gusta los aires fríos
de metales y peñascos.
Porque dentro de dos meses
yacerás amortajado”.

El poema comienza citando el “25 de junio”, y finaliza con la frase “Porque dentro de dos meses yacerás amortajado”. El autor fue fusilado en agosto, dos meses después del mes de junio. Además, este acto tuvo lugar de noche, en un área rodeada de montes y cerca de una zona con agua. Así mismo, era frecuente en las fosas comunes cubrir los cuerpos de cal para evitar diferentes epidemias.

Finalmente, en el poema “Sueño”, el autor escribió las siguientes líneas:


“Mi corazón reposa junto a la fuente fría.
(Llénala con tus hilos,
araña del olvido)
El agua de la fuente su canción le decía.
(Llénala con tus hilos,
araña del olvido)
Mi corazón despierto sus amores decía.
(Araña del silencio,
téjele tu misterio)
El agua de la fuente lo escuchaba sombría.
(Araña del silencio,
téjele tu misterio)
Mi corazón se vuelca sobre la fuente fría.
(Manos blancas, lejanas,
detened a las aguas.)
Y el agua se lo lleva cantando de alegría.
(¡Manos blancas, lejanas,
nada queda en las aguas!)”

Una vez, se menciona al hecho de que el cuerpo de Lorca, en este caso “su corazón”, reposa junto a una fuente (La Fuente Grande). Además, la araña del olvido parece indicar el hecho de no haberse encontrado su cuerpo a día de hoy.

En cuanto a la obra de teatro “Así que pasen cinco años”, fue concluida el 19 de agosto de 1931. Trágicamente, exáctamente cinco años después de ser finalizada, se produjo la muerte del autor. La obra contiene frases como “Así que pasen cinco años caeremos todos en un pozo profundo”. Ese pozo profundo podría ser el lugar en el que fue fusilado. Además, en la misma obra, el personaje protagonista es abatido de un disparo en el corazón por tres jugadores de cartas que le "arrebatan el As de corazones". Es interesante relacionar a estos tres jugadores con las tres personas culpables de la detención y posterior asesinato del poeta: Ruiz Alonso, Martín Lagos y Trescastro.

Pero Federico García Lorca no reflejó sus premoniciones sólo mediante sus obras pues se lo comentó a algunos de sus más cercanos amigos. Prueba de ello es que, según hizo saber al también poeta Pablo Neruda, Lorca se encontraba en una gira de teatro con la compañía “La Barraca” cuando durante una noche en la que no conseguía dormir decidió dar una vuelta por los alrededores. En un momento dado, Lorca se sintió agobiado sintiendo que algo cruel iba a ocurrir y tuvo una visión en la que un pequeño cordero aparecía en aquel lugar para pastar cuando, de repente, una piara de varios cerdos negros se abalanzaba sobre el animal matándolo y devorándolo después. Tal fue el impacto que aquella escena le causó que ordenó a la compañía de teatro que continuase el camino. Según Neruda, aquella visión fue una representación anticipada de la muerte de su amigo, de una inocente criatura que fue injustamente asesinada por un grupo de salvajes.

En otra ocasión, Lorca se encontraba con su amigo Rafael Martínez Nadal caminando por las afueras de Madrid. En aquel momento, Lorca se mostró agitado y tembloroso y le dijo a su amigo que aquel lugar se iba a llenar de muertos. Años más tarde, en aquel lugar numerosas personas perdieron su vida durante la Guerra Civil.

Otra curiosa premonición que Lorca, que refleja el historiador Ian Gibson en su obra “Vida, pasión y muerte de García Lorca”, se desarrolló en Granada durante una comida en casa de unos amigos. Durante la comida, según testimonios, Lorca comenzó a sudar y dijo que había que salir de allí, pues aquel lugar estaba lleno de muertos. Varios días más tardes, el dueño de la casa descubrió que habían estado comiendo sobre el osario de un antiguo convento de dominicas.

Estos hechos, auténticas premoniciones o frutos de la casualidad, otorgan mucho más misterio a la vida y muerte del poeta.

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