jueves, 23 de diciembre de 2021

JÓLAKÖTTURINN

El Jólakötturinn o gato Yule es un gato enorme y malvado del folklore islandés. Según cuentan, este felino vaga durante la época navideña comiéndose a la gente que no ha recibido nuevas ropas que vestir antes de Nochebuena.


 Este gato se dice que es mascota de la gigante Grýla, otro personaje del folklore islandés.


El temor por este gato fue bastante extendido por el país. Por ese motivo, los granjeros de la zona se aprovechaban del miedo de sus trabajadores para exigirles más trabajo ya que, si no cumplían las horas exigidas, no les darían ropas nuevas por lo que Jólakötturinn se los comería.


Tal es la importancia de esta criatura que el poeta Jóhannes úr Kötlum reflejó esta leyenda en su poema Jólakötturinn:

Ya conocen al gato de Navidad, – es un gato muy grande. – No sabemos de dónde viene – ni adónde va. – Abre los ojos de par en par, – los dos brillan. – No es cosa de cobardes – mirar en esos ojos – El pelo como escarpias, – el gran lomo arqueado, – las garras en la pata peluda, – nada de esto es agradable de ver. – Por eso las mujeres se apresuran – a hilar, tejer y coser – bonitos trajes de colores – o aunque sea, un miserable calcetín. – El gato no vendrá, – no se llevará a los niños, – siempre que los adultos – les hayan regalado una prenda nueva.

 


Así mismo, l
a cantante Bjork también le dedicó un tema en 1987 basado en este mismo poema.

https://www.youtube.com/watch?v=a4xG6hQWsno

.

 

Actualmente, durante la Navidad se decoran las calles de Islandia con estatuas de gatos con luces mostrando que esta leyenda sigue vigente hoy día, aunque quizás realmente el auténtico Jólakötturinn siga por allí, camuflándose entre la oscuridad para llevar a cabo su macabra misión.




miércoles, 8 de diciembre de 2021

LA ESCUELA REGIONAL DE TEATRO Y DANZA DE OLIVENZA

En la localidad de Olivenza (Badajoz), se encontraba hasta el año 2008, cuando fue trasladada a Cáceres, la reconocida Escuela Regional de Teatro y Danza. Este lugar que hasta hace realmente poco ha sido lugar de estudio y trabajo artístico de numerosos aficionados a las artes escénicas, fue inicialmente un convento fundado en el siglo XVI.


Leonor Velha, una dama de la alta burguesía, decidió construir un convento para la orden de las Hermanas Clarisas. Tras ellas, ocuparon el religioso edificio un grupo de monjes hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios, por lo que el convento se transformó en un Hospital Militar. Durante años fueron numerosos los soldados que fallecieron dentro de aquellos muros, bien por las serias heridas producidas durante distintas contiendas, bien por la dureza con la que las enfermedades les atacaba.

Por si aquellos cruelmente fallecidos no fuesen suficientes, el edificio se convirtió en cuartel durante la Guerra Civil y, día tras día, morían muchas personas fusiladas.

A finales del siglo XX el antiguo convento fue restaurado para albergar la Escuela de Teatro y Danza donde, no sólo se impartían clases, si no que también se realizaban numerosas actuaciones.


Durante estas obras de rehabilitación gran cantidad de cadáveres de distintas épocas fueron encontrados, bien enterrados, bien emparedados, estos últimos probablemente fruto de los fusilamientos durante la Guerra Civil. El hecho de que estos cuerpos saliesen a la luz supuso el inicio de la pesadilla.

Durante años han sido numerosos alumnos y algún que otro docente testigos de fenómenos inexplicables: el reloj de una de las aulas de ensayo siempre se detenía cuando llegaba a una determinada hora, sombras humanoides que recorrían los pasillos, voces, pisadas, caricias, ráfagas de viento a pesar de no haber ninguna ventana abierta, o el sonido de un órgano inexistente.

Una administrativa de la Escuela asegura haberse asomado al pasillo en más de una ocasión al ver una silueta pasar, encontrando el corredor vacío, o abrir la puerta porque alguien había llamado y que no hubiese nadie al otro lado al abrir.

Una profesora cuenta que durante la preparación de una obra de teatro puso escuchar el sonido de un piano en una sala que estaba completamente vacía.

Otra profesora asegura que cada vez que acudía allí para dar clase se sentía cansada, como si algo o alguien absorbiese su energía, llegando incluso a perder peso.

Investigadores han podido vislumbrar en sus grabaciones a personas con camisones de hospital y vendas en la cabeza. Y en las distintas psicofonías grabadas se han podido captar quejidos y gritos.

Tras haber sido trasladada la Escuela de Teatro y Danza a Cáceres, se desconoce el destino del convento. Pero sea cual sea, seguirá siendo un lugar en el que el mundo paranormal seguirá deambulando.


domingo, 31 de octubre de 2021

RELATO VI

A todo el mundo le gustaba aquel espectáculo. Miles y miles de personas acudían cada viernes a aquel viejo teatro para aquel número de marionetas. Cada semana, cada viernes, el espectáculo era distinto y eso gustaba aún más a los espectadores pues sabían que no importaba las veces que acudiesen, que verían algo novedoso. Cada viernes, el espectáculo mostraba una historia distinta: a veces una comedia, a veces una tragedia. Pero nunca dejaba indiferente a nadie. Pero, sin duda alguna, lo que más gustaba no era el guion sino lo bien echas que estaban las marionetas, perfectamente manejadas por un titiritero que se mantenía en el anonimato. Según sus palabras, las protagonistas eran las marionetas, no él. Nadie sabía quién era: ni su nombre ni su aspecto. Pero todos parecían adorarle por las maravillas que conseguía durante su espectáculo. Desde las butacas, las marionetas parecían de carne y hueso, lo que aportaba realismo y dramatismo a las historias que representaban, y ese factor también se beneficiaba por el hecho de que las marionetas tenían tamaño real.

Un día más, el espectáculo terminó y la gente se puso en pie aplaudiendo tan fuerte que las paredes del viejo teatro  retumbaban. El sonido de los aplausos llegó a los oídos del maestro titiritero embelesándole como si de una fuerte droga se tratase. Esbozando una vanidosa sonrisa murmuró: “nos aman”. Movió los pesados hilos para que las marionetas hiciesen una pomposa reverencia antes de desaparecer tras las rojizas cortinas.

El viejo titiritero se dirigió a su camerino, el más alejado de todos, y se miró en el espejo. Tenía el pelo canoso y una cicatriz que le recorría media cara, desde la ceja hasta casi el labio y  un ojo de cristal que no se notaba, pues él mismo lo había fabricado con experta maestría. A fin de cuentas, era un ojo que le había arrancado a un cadáver, tratándolo con asombrosa maña para evitar su posterior putrefacción. Si alguien se fijaba detenidamente podría notar un brillo extraño y, pero nadie se le acercaba tanto como para ello. El hombre abrió una falsa pared en su camerino para guardar las marionetas que había utilizado en aquel espectáculo: un hombre esbelto, una mujer extremadamente delgada y un niño con sobrepeso. Fabricaba él mismo las marionetas, fijándose en las personas a su alrededor e intentaba recrear a aquellas que más le llamaban la atención. Todo el mundo tenía cabida en su espectáculo pues eran las personas en su día a día las que le daban vida a aquellas historias. Aunque siempre trataba de buscar algo nuevo pues no le gustaba repetirse.

Tras guardar aquellas tres marionetas, recorrió con la mirada el centenar de marionetas que tenía guardadas y colocó aquellas tres en su lugar. Entonces se acercó a la marioneta de una mujer y la olió.

-¿Por qué no salimos a cenar?-gruñó el viejo titiritero.

Imitando la voz de una mujer, dijo:-Nada me haría más feliz.

El hombre cogió aquella marioneta femenina y la sentó en una silla delante de una mesa redonda que había en su camerino. De una pequeña nevera sacó un poco de queso, lo cortó y lo puso en un plato, antes de sentarse en la otra silla, frente a la marioneta. Mientras comía, el hombre comenzó a tener un diálogo cambiando la voz como si mantuviese una conversación real con aquella falsa mujer.

Al terminar de cenar dijo:-Estás preciosa esta noche.

Cogió la marioneta y la llevó hasta un viejo camastro donde la desnudó y, tras tocar con verdadera gana todo su cuerpo, mantuvo relaciones sexuales con ella.

A la mañana siguiente, el hombre salió por la puerta trasera del viejo teatro, lugar en el que no sólo realizaba sus espectáculos, sino en el que también vivía, se montó en su vieja furgoneta blanca y se dirigió a la ciudad. Tras aparcar, bajó de la furgoneta y dio un paseo hasta llegar a una plaza, donde se puso a observar a las personas de un modo algo descarado: una pareja de ancianas paseaba despacio comentando algo que parecía preocuparles, un grupo de niños jugaba en los columpios bajo la despreocupada mirada de sus padres y madres, varios veinteañeros jugaban al fútbol, algunos sin camiseta en un egocéntrico intento de fardar de sus cuerpos, y un grupo de chicas llevando unos leggins ajustados, hacían algo que parecía aerobic de forma bastante burda. Todo aquello estaba bien pero nada de eso era lo que él buscaba. Pasó media hora y no pasaba nadie en quien mereciese la pena fijarse, hasta que vio cruzar la calle a una adolescente con la mirada, cubierta de lágrimas, fija en la pantalla de un móvil, tecleando algo con rapidez y furia. Sí. Aquella chica era perfecta. Nunca había incluido el papel de una adolescente despechada en su número y podría ser algo novedoso que atrajese a nuevo público. Sonrió y tomó algunas notas en una pequeña libreta que llevaba encima. Sintiendo que tenía parte del trabajo hecho, regresó a su furgoneta. Ahora tocaba lo más laborioso: crear la marioneta. Y para eso necesitaba ir a por el material apropiado.

La furgoneta blanca arrancó con fuerza y recorrió un par de calles sobrepasando el límite de velocidad pero poco importaba si no estaba la policía cerca. Giró una esquina y llegó hasta el lugar donde recogería el material. Esperó unos segundos antes de bajar de la furgoneta, abrió el maletero y, esperando al momento más adecuado, golpeó a la chica, que justamente pasaba a su lado, dejándola inconsciente. La metió en la furgoneta respirando su dulce aroma. Se sintió excitado, pero aún no estaba perfecta para empezar una relación con ella, pues le faltaban algunos hilos que la manejasen.

A toda prisa, la furgoneta regresó al viejo teatro. El viejo titiritero sacó a la muchacha inconsciente del maletero y la introdujo en el edificio hasta llegar a una mesa de operaciones situada en el sótano, donde años atrás las grandes compañías guardaban el atrezo. El hombre besó a la muchacha y susurró:-Ahora serás feliz. Ya no habrá más lágrimas ni más problemas, pues en el espectáculo de marionetas no existe la infelicidad.

Manos a la obra, el viejo titiritero cogió un bisturí y realizó una profunda incisión similar a la de los forenses en el cuerpo de la joven. La sangre comenzó a manar a borbotones. Sacó sus órganos y comenzó a utilizar grandes cantidades de formol en el interior de la adolescente antes de introducir bastante relleno que le ayudase a conservar la forma. Rompió las articulaciones y rajó algunos tendones, pues necesitaba libertad de movimiento. Hizo una importante incisión en la comisura de los labios para que la boca se abriese y cerrase, e incluso llegó a romper levemente la mandíbula para facilitar ese movimiento, pero procurando no deformar el hermoso rostro de la joven. Una vez terminado el laborioso proceso, cosió con gran habilidad unas cuerdas a las extremidades y fue moviéndolas hasta comprobar que su recién adquirida marioneta se movía correctamente. Para finalizar, la acicaló penándola cuidadosamente, cortando sus uñas y aplicando maquillaje. Una vez finalizó su labor tras horas de intenso trabajo, sonrió. Antes era una hermosura, pero ahora estaba realmente preciosa.

Llevó a su nueva marioneta con la colección y se la presentó a las demás como si de una recién llegada a una fiesta de amigos se tratase. Buscó el sitio adecuado y la colocó allí sin dejar de sonreír. Miró al chico corpulento que había a su lado: un muchacho que dedicaba más tiempo a levantar pesas que a cuidar de su pareja, un muchacho realmente infeliz por culpa de aquella adicción al sentir que nadie le comprendía. Así que aquel viejo titiritero solucionó su problema. Más allá había una mujer que había llegado a robar en una joyería tras gastarse todo su dinero en operarse reiteradas veces la nariz sin quedar nunca satisfecha con el resultado. En una esquina había un niño al que su familia torturaba psicológicamente por considerarle responsable de su pobreza. Todas aquellas marionetas tenían una dura historia detrás. Y él las ayudaba para que no volviesen a sufrir. Era un verdadero artista que realizaba proezas convirtiendo a personas en marionetas. Utilizando una técnica similar a la taxidermia conseguía que los cuerpos no se pudriesen nunca. Aquella era su familia y debía cuidar de ella para que siempre estuviesen perfectos. Volvió a besar a su nueva marioneta y se marchó canturreando, realmente feliz.

Los días pasaron y llegó un nuevo viernes. A toda prisa preparó las marionetas que necesitaba, entre ellas su nueva adquisición, para la obra que representaría aquella noche. Mirando el reloj y controlando bien los tiempos, se puso en su posición antes de decir a sus marionetas:-El aforo está lleno esta noche. Hay que actuar como nunca, queridas mías.

La obra finalizó y el titiritero observó cómo el público aplaudía. Sólo que había un problema: el público nunca había existido realmente. Siempre había estado en su cabeza. Pero para su demencia, todo aquello era real.



sábado, 30 de octubre de 2021

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI

Zugarramurdi es un municipio de la Comunidad Foral de Navarra conocido particularmente por el juicio, torturas y posterior ejecución de un grupo de mujeres acusadas de ser brujas en el año 1610.

Lo cierto es que esta localidad siempre mantuvo muy arraigadas sus tradiciones y siempre estuvo ligada a la brujería ya que en ella se encuentra la Cueva de los Aquelarres o de las Brujas.


En ellas durante la Edad Media se reunieron brujas para realizar sus Akelarres. El origen de la palabra “Akelarre” parece proceder de un prado situado junto a una de estas cuevas pues en él pastaba un gran macho cabrío negro. La palabra akelarre significaría “prado del macho cabrío”. Según los rumores y leyendas, dicho macho cabrío era el mismísimo diablo que se transformaba en persona durante la reunión de las brujas. Tal era la frecuencia con la que las brujas se reunían y la intensidad de sus reuniones, cantando y bailando a menudo en torno a una hoguera y adorando al diablo, que la localidad de Zugarramurdi recibió el sobrenombre de la Catedral del Diablo. En estas reuniones se realizaba un rito de iniciación a las nuevas brujas durante el cual la maestra acompañaba a la novicia hasta l reunión, donde debía renegar de Dios, del bautismo y de su fe para que así el demonio la aceptase, marcando a la nueva bruja con la uña.


Los Akelarres se siguieron produciendo durante siglos hasta llegar al trágico suceso que tuvo lugar en 1610 cuando una vecina de la localidad, de nombre María de Ximidegui, apoyada por otras vecinas denunció haber contactado con brujas, haber bailado con ellas y haberse untado en el cuerpo una extraña pócima. Tras aquellas acusaciones, en su mayoría basadas en supersticiones o envidias el tribunal de la Santa Inquisición realizó un auto de fe en el que cuarenta mujeres fueron procesadas, acusadas de ser brujas y de realizar artes oscuras y venerar al mismísimo Satanás. Este juicio tuvo lugar entre los días 7 y 8 de noviembre del citado año. De todas las mujeres acusadas e investigadas por posesión demoniaca, celebrar misas negras, provocar tempestades en el mar Cantábrico, causar maleficios a los campos y animales, y realizar prácticas de vampirismo y necrofagia, 18 fueron perdonadas por confesar sus culpas y apelar a la misericordia del tribunal. Pero el resto de las culpables no corrieron la misma suerte pues varias murieron al no poder soportar la intensidad de las torturas, y otras murieron quemadas en la hoguera acusadas de brujería.


Actualmente, la cueva se puede visitar y durante el solsticio de verano se celebra una fiesta de culto al fuego, haciendo ver que las viejas tradiciones siguen vigentes y que, con toda probabilidad, Zurragamurdi sigue siendo un hogar para las brujas. Así mismo, situado en el antiguo hospital, cerca de las cuevas, se inauguró en el año 2007 el “Museo de las brujas”, donde es posible conocer la historia de las brujas de Zurragamurdi, así como algunos utensilios utilizados por las mismas u otros empleados durante los Autos de Fe.



Tal ha sido siempre la importancia de este suceso que el artista español Francisco de Goya realizó en 1798 un cuadro titulado “Aquelarre” en el que se puede ver a un grupo de brujas junto al macho cabrío.


Así mismo, basada en estos sucesos y en las leyendas a su alrededor, en 1984 se realizó la película “Akelarre” y en 2013 la película “Las brujas de Zugarramurdi”. (Curiosamente, esta última consiguió varios "Premios Goya").



Afortunadamente, hoy día ya no se realizan Autos de Fe y la caza y quema de brujas desapareció completamente. Lo que es incierto es si, actualmente, Zugarramurdi sigue siendo hogar de las brujas.

martes, 24 de agosto de 2021

EL EXORCISMO DEL ALBAICÍN

Encarnación Guardia Moreno fue una mujer que nació en Granada y que vivió en el barrio del Albaicín.



En el año 1981 la mujer decidió marcharse a Francia para buscar trabajo, donde estuvo ejerciendo como asistenta en un hotel. Allí, la mujer conoció a un hombre que también trabajaba en el hotel y con el que tuvo un romance. Este hombre le enseñó a Encarnación distintos rituales relacionados con la santería y la llevaba a misas negras. En una de esas misas la mujer asegura que quedó embarazada del propio diablo, lo que despertó su preocupación.

En 1989 tras haber pasado 8 años en Francia, decidió regresar a Granada. Debido al espíritu sumamente religioso de su familia decidió guardar silencio sobre su embarazo, ya que no quería que su familia la juzgase.

En ese tiempo, concretamente en 1990, uno de sus tíos alega que en su casa se están produciendo distintos fenómenos paranormales. El hombre alegaba que al sentarse en su butaca podía sentir que alguien se sentaba con él. Con el tiempo los fenómenos fueron cobrando mayor intensidad, por lo que la familia llamó a distintos curanderos que pudiesen solucionar el asunto. Una curandera descubrió que se trataba de José Guardia Alonso, hijo de aquel hombre (y primo, por tanto, de Encarnación). El joven había fallecido en 1985 por culpa de la leucemia y su espíritu permanecía en aquella casa. Por aquel motivo, la curandera optó por dar la vuelta a todas las fotos del joven y quemar su ropa. Pero aquello no funcionó, de modo que la familia contactó con otro curandero: Mariano Vallejo Fuentes, más conocido en el barrio como “El Pastelero”.


Durante el ritual, en el que toda la familia estaba presente, Encarnación entró en trance y de su boca salió la voz de su primo, quien les pidió dejar el luto y realizar una comida que habían prometido hacer si él se curaba. Sólo de aquella forma, el espíritu del chico descansaría en paz. Por ese motivo, la familia salió de la casa, a excepción de Encarnación que se quedó a solas con el curandero para hablarle sobre su embarazo, por lo que el curandero decidió realizar un exorcismo durante la noche, en el que también participaron Enriqueta e Isabel Guardia, primas de Encarnación, y Josefa Fajardo, una sobrina.

Durante la noche, los allí presentes, incluida Encarnación, comenzaron a realizar rezos para atraer el bien y alejar el mal. Durante la madrugada comenzó el brutal exorcismo. Para empezar, hicieron que Encarnación bebiese un vaso tras otro de un brebaje compuesto por agua caliente, sal, zumo de naranja, aceite, vinagre y pimienta. La mujer no fue capaz de tolerar aquel brebaje, por lo que comenzó a vomitar. Aun así, siguieron obligando a la mujer a beber.

Durante la noche, la mujer tuvo episodios en los que gritaba, convulsionaba, se retorcía adoptando posiciones difíciles y su rostro mostraba muecas de auténtico odio. Además, comenzó a hablar con voz gutural alegando no poder derrotarla por tratarse de la mujer de Lucifer.

Empeñada en extraer la semilla del demonio de su interior, Josefa calentó una aguja en el fuego y la introdujo en la entrepierna de Encarnación sin ningún resultado, por lo que decidió introducir la mano tanto por la vagina como por el recto de la mujer, realizando importantes daños hasta encontrar lo que ella creyó que se trataba del feto, extrayendo lo que en verdad era un trozo de intestino.

Tras aquel desagradable y brutal exorcismo, un familiar llegó a la casa encontrándose con las tres mujeres y al curandero rodeando el cuerpo amoratado de Encarnación sobre un charco de sangre, por lo que llamó a la ambulancia y a la policía. Encarnación falleció a causa de tal brutal ritual teniendo 36 años. Las participes en el exorcismo fueron detenidos y condenados a cinco años de prisión.


Pero el suceso no terminó con el fallecimiento de la mujer ya que cuando los forenses trataron de tomar fotos del cadáver en la morgue, sólo obtenían imágenes borrosas o veladas a pesar de usar distintas cámaras fotográficas. Pensaron que se debía a la mala iluminación de la morgue, pero siempre fue un misterio por qué no pudieron tomar fotografías claras de aquel cuerpo cuando no habían tenido aquel problema con anterioridad.

Actualmente, el caso sigue siendo muy conocido entre los vecinos del Albaicín, aunque evitan hablar de ello, convirtiéndose en un tema tabú.

viernes, 13 de agosto de 2021

EL FARO DE CABO MAYOR

Ubicado en el atalayón de Cabo Mayor y encabezando la bahía de Santander se encuentra el Faro de Cabo Mayor. Una importante construcción marítima que se encendió por primera vez la noche del 15 de agosto de 1839.


Este faro supuso un importante avance en la ciudad, ya que anteriormente desde tierra se comunicaban con los barcos empleando banderas durante el día y fogatas durante la noche. Con la construcción del barco, la ciudad de Santander se modernizó.

Desgraciadamente, este lugar fue testigo de la tragedia cuando su entorno se vio sacudido por la Guerra Civil. Como era habitual en esta contienda, ambos bandos cometían atrocidades sobre los civiles. En esta ocasión, miembros del bando republicano apresaron a varias personas, entre ellos un grupo de monjes de la abadía de Santa María de Viaceli, y los arrojaron cruelmente a los acantilados situados a los pies del faro, acabando con sus vidas. Durante el Franquismo, como forma de recordar el suceso, se levantó una Cruz de los Caídos junto al faro.


Con el paso de los años, comenzaron a surgir rumores de que junto al faro se pueden escuchar gritos y quejidos que se confunden con el sonido de las olas golpeando insistentemente el acantilado. Es por ello que muchos se han acercado al lugar para investigar. La realización de psicofonías no es del todo viable por el excesivo ruido ambiental, pero sí se han podido sentir descensos de temperatura, sensación de ser observado e incluso bruscos cambios en la batería de los móviles o las grabadoras.

Uno de los investigadores que decidió investigar este intrigante lugar es Jonathan Valle, que busca fenómenos paranormales y los graba en su canal “In Search of Ghosts”.


No queda del todo claro si los sonidos que se pueden captar en el lugar son simplemente del mar o si realmente la trágica muerte de aquellas personas ancló sus almas a aquel faro.


viernes, 23 de julio de 2021

EL POLTERGEIST DE LA CASA DE LA FAMILIA BAYÓN

A inicios del siglo XX, la familia Bayón fue una familia que, aunque originaria de León, se trasladaron a Asturias en busca de trabajo, conocedores de las opciones de poder trabajar en las minas o el campo. De esta forma, esta familia se asentó en el pueblo de Rayán, situado a unos 30 kilómetros al sur de Oviedo.

 


La familia comenzó a prosperar, pero toda la buenaventura pareció desaparecer con el nacimiento en 1925 de Juan, el decimotercer hijo del matrimonio.

La pesadilla comenzó para la familia Bayón cuando, una noche Juan comenzó a llorar desconsolado. Al llegar a la habitación para ver qué le ocurría al pequeño pudieron ver cómo la cuna se movía sola, como si una mano invisible la meciese. Desde ese momento, todas las noches sobre la misma hora se desarrollaba el mismo fenómeno sobre la cuna. Pero eso no fue todo, ya que la pesadilla acababa de empezar para la familia. Asustado, el padre de familia acudió a casa de un vecino a pedir ayuda quien, al ver por sus propios ojos el fenómeno, trató de parar el movimiento de la cuna, siendo arrojado con violencia por una fuerza invisible, como si alguien no quisiese que se acercase allí.

 

A partir de entonces, los fenómenos se agravaron y la familia tuvo que convivir con fuertes golpes en las paredes, portazos, ventanas que se abrían o cerraban produciendo mucho ruido, muebles que se movían solos, objetos que desaparecían de una estancia de la casa y aparecían en otra e incluso lamentos o gritos. Pero lo más grave sucedió cuando dentro de la casa comenzaron a llover piedras. Aparentemente, todo parecía indicar que alguien las estaba lanzando desde el exterior de la casa, pero no había ninguna ventana abierta o cristal roto por el que las piedras pudiesen entrar al interior del hogar.

Durante mucho tiempo, no sólo los vecinos del pequeño municipio de Rayán fueron testigos de aquellos sucesos, sino que en una ocasión la Guardia Civil se presentó en el domicilio pudiendo presenciar aquellos sucesos sin poder encontrar una explicación racional.

Una noche, la madre de familia se despertó al sentir una voz que desde la habitación de Juan parecía llamarla. Al llegar al dormitorio del pequeño, la mujer se topó cara a cara con un ente que le indicó que debía ir a Camplongo, un pueblo de León, para encargar unas misas y unas velas. Poco se sabe de quién era aquel ente y por qué hizo aquel encargo, pero todo parece indicar que cuando la familia realizó la petición del ente, los sucesos pararon y no volvieron a repetirse.


Hay quien cree que el ente era la hermana de la matriarca, quien había fallecido en León y cuya alma no encontraba el descanso al no haberse cumplido una de sus voluntades, quizás la que la familia terminó realizando.

 

Fuese quien fuese el ente, el fenómeno vivido por la familia Bayón ha sido calificado como uno de los fenómenos poltergeist más impactante del siglo XX en España.

viernes, 16 de julio de 2021

ATRAPASUEÑOS

Los atrapasueños o cazadores de sueños con un objeto hecho a mano formado por un aro, tradicionalmente fabricado con madera de sauce, con una red de tela en su interior que contiene algunas cuentas y decorado principalmente con plumas.


Estos objetos son originarios de la tribu nativa norteamericana de los Ojibwa, en cuya lengua recibe el nombre de “asabikeshjinh” (araña) o “bawaajige nagwaagan” (cepo de los sueños). Esta última palabra es la que ha dado paso al actual nombre de este místico objeto.


Esta tribu creía que si los atrapasueños se colgaban sobre las camas de sus hijos estos quedarían protegidos de malos sueños o visiones. Según el funcionamiento del atrapasueños, los sueños buenos descienden lentamente por las plumas hasta caer sobre la cabeza de la persona que se encuentra durmiendo debajo, mientras que las pesadillas quedan atrapadas en las cuentas que se encuentran en la red. A la mañana siguiente, al recibir la luz del día, las cuentas consiguen destruir las malas energías ocasionadas por las pesadillas.


La forma circular que tiene el atrapasueños haría referencia a la forma del sol y la luna. Además, las cuerdas que forman el tejido representarían el cosmos. El círculo se podrá dividir en cuatro secciones que representarían los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos: en el norte el aire, en el sur el agua, en el este el fuego y en el oeste la tierra. Por última, se añaden algunas plumas ya que, según los miembros de esta tribu, las plumas tienen la virtud de barrer las energías negativas.


Aunque actualmente es posible adquirir un atrapasueños en muchos lugares, también es posible fabricar uno propio. En cualquier caso, es importante realizar un sencillo ritual para activar la eficacia de este objeto. En primer lugar, debes exponer al atrapasueños a los primeros rayos de sol mientras visualizas una escena feliz de tu vida a la vez que se piensa en protección y seguridad. Una vez has realizado esta parte, hay que realizar un círculo con un tierra, sal y ruda y se colocará el atrapasueños en el centro del círculo durante una media hora para que reciba el efecto purificador de la sal y la ruda. Una vez pasado este tiempo, el atrapasueños estará listo para ser colocado encima de la cabecera de la cama. Es de vital importancia que el objeto se cuelgue del techo, evitando el contacto con alguna pared o cualquier objeto que pueda interrumpir su actividad. Asimismo, es importante que esté situado en un lugar donde la luz del sol pueda alcanzarlo por la mañana para limpiar las malas energías que haya podido capturar.


Con el paso del tiempo, los materiales con los que se están fabricados terminan deteriorándose, por lo que es importante sustituirlos o adquirir un nuevo atrapasueños.

De origen indígena, el atrapasueños ha conseguido arraigarse en distintas culturas, convirtiéndose en un importante objeto que muchas personas usan para combatir las malas energías y atraer a las positivas.


viernes, 9 de julio de 2021

CUEVA DEL HIGUERÓN

En el municipio malagueño de Rincón de la Victoria se encuentra una cueva submarina que presume de ser una de las tres únicas cuevas de estas características en el mundo, y la única que se puede encontrar en Europa. El origen de esta cueva parece proceder de la época jurásica y forma un caprichoso acantilado a orillas del mar Mediterráneo.


Esta cueva, llena de misterio, da lugar a una leyenda  almorávide que terminó bautizando a dicha cueva como “Cueva del Tesoro”.

Según la leyenda, Tesufín ibn Ali, el último rey de la dinastía almorávide se disponía a embarcar el tesoro de los cinco reyes de dicha dinastía rumbo a Al-Ándalus. El monarca fue asesinado a manos de los almohades y el tesoro se perdió en el mar. Al parecer, arrastrado por la marea, el tesoro fue a parar a esta recóndita cueva, atrayendo el interés de muchos a lo largo de los siglos.


Continuando con la leyenda, un grupo de 17 hombres valerosos se introdujeron en la cueva para buscar el tesoro pero lo que allí vieron les hizo salí despavorido y es que hay quien dice que el tesoro está protegido por un caimán gigante. Peor también hay quien opina que el lugar en verdad está plagado de espectros y fantasmas de personas que murieron en el mar frente a aquella cueva, o incluso de quienes perdieron la vida explorando su interior.

En 1847, un hombre procedente de Suiza decidió encontrar el tesoro, por lo que se introdujo en las rocosas entrañas de la cueva del Higuerón. Pero el explorador nunca salió pues falleció a causa de una explosión que él mismo causó usando dinamita para abrir un pasadizo. A partir de este momento, la gente comenzó a hablar de maldiciones, pues nadie debía tratar de llegar al tesoro o sólo encontraría la muerte.

La leyenda nunca cayó en el olvido y, a ello, se sumaron extrañas apariciones espectrales o inexplicables sucesos que hacen que más de uno quiera entrar en esta maravillosa cueva. Algunos sólo por interés geológico, otros por diversión y otros buscando encontrar alguna prueba de la existencia de espíritus en la cueva. Por ello, los más osados han realizado sesiones de espiritismo e incluso psicofonías, pudiendo captar extrañas voces mezcladas con el eco de la cueva y el sonido del mar. Hay quien asegura haberse sentido observado desde alguno de los muchos rincones y recovecos de la cueva. Incluso los cambios de temperatura en ciertos puntos son realmente extraños, como si no cumpliesen la lógica de la naturaleza.

Tal ha sido la fama de este cueva que el equipo de “Cuarto Milenio” realizó un programa en este misterioso lugar para tratar de  esclarecer tanto la leyenda como los fenómenos paranormales que las personas aseguran haber vivido.

Afortunadamente, la cueva del Higuerón o del Tesoro se puede visitar con guía, por lo que es una estupenda oportunidad para conocer este lugar tan mágico e intentar ser testigo de algunos de los extraños fenómenos que en su interior parecen producirse.


jueves, 24 de junio de 2021

EL SANATORIO MILITAR DE LOS MOLINOS

En la sierra de Guadarrama se instaló un hospital lujoso para tratar a militares españoles con afecciones respiratorias. Aunque recibió el nombre del sanatorio militar de Los Molinos, fue popularmente conocido como “Sanatorio de la Marina”.


El enclave es ideal para situar este hospital ya que la pureza del aire de la zona favorecía la pronta recuperación de quienes allí eran ingresados. Con el paso del tiempo, el centro se especializó en neumología, siendo la enfermedad respiratoria más corriente de quienes allí ingresaban.

Desgraciadamente, las instalaciones se quedaron obsoletas hasta que en el año 2001 el Ministerio de Defensa cerró las puertas del sanatorio. A pesar de haber existido distintos proyectos para trasformar el edificio, se ha convertido en un lugar abandonado.

A partir de este momento, el lugar despierta el interés de muchos curiosos decididos a explorar las silenciosas y oscuras entrañas del edificio. Quien recorre sus pasillos puede ver los restos del antiguo sanatorio: camillas abandonadas y destrozadas, archivadores llenos de documentación de los pacientes que allí hubo hospitalizados, material médico completamente deteriorado o batas raídas colgadas de percheros oxidados.

A raíz de estas incursiones, comienzan a surgir rumores que hablan de ruidos inexplicables, siendo el más común el sonido de un grupo de personas corriendo escaleras abajo. Hay quien asegura sentir pisadas a sus espaldas que parecen ser algo más que el eco de los propios pasos, pues van acompañadas de frío, la sensación de ser vigilado e incluso de respiraciones. Es común que las puertas se cierren de golpe, a pesar de no haber corriente en ese momento, o que las mismas se abran con crujidos siniestros. Algunos testigos cuentan haber escuchado el sonido de una cerradura abriéndose o cerrándose con llave, o simplemente el sonido de unas llaves entrechocando. Es también posible escuchar murmullos en estancias que resultaban estar vacías.

Desde el exterior se han podido ver extrañas luces desplazándose por el interior que no parecían corresponder a la luz emitida por una linterna o un móvil.

Algunos se han atrevido a realizar psicofonías y, aunque en la mayoría de los casos no parecen haber tenido resultado, algunas grabaciones han mostrado extrañas voces, murmullos o ruidos de procedencia desconocida.

De este modo, el sanatorio de Los Molinos se ha convertido en un punto de interés para los amantes de lo paranormal.


sábado, 19 de junio de 2021

ÁNIMAS PARANORMALES I

 El convento de San Miguel de las Victorias, situado en Priego (Cuenca), es un edificio en cuyo interior son muchos quienes han tenido raras experiencias inexplicables.


Este inmueble fue fundado en 1577 por el marqués de Priego tras haber sobrevivido a la batalla de Lepanto. Dicho convento fue edificado sobre la antigua ermita de San Miguel y vivió ciertos infortunios a lo largo del tiempo, quedando desocupado de religiosos, aunque siendo utilizado en momentos como albergue de grupos cristianos.

El protagonista del siguiente suceso, a quien daremos el nombre ficticio de Lucas para proteger su identidad, cuenta que acudió a unas jornadas de convivencia con un grupo católico que tuvo lugar en este convento. Según me explicó de viva voz, entrar al interior del convento ya pone los pelos de punta, pero sobre todo lo hace asomarse a una habitación donde, al parecer, se realizaron exorcismos. Prueba de ello está en los arañazos en la puerta por dentro, o en el cerrojo que cierra la puerta por fuera impidiendo salir a quien se encuentra dentro. Y es que, al parecer, allí realizaron un poderoso exorcismo a un religioso que no acabó demasiado bien. Desde entonces, cuentan que esa habitación está maldita. No obstante, la han habilitado para que la gente se pueda alojar en ella.

En esta ocasión, Lucas y sus amigos se alojaron en esa misma habitación, entre risas y ciertas burlas. Pero las ganas de bromear se acabarían pronto pues no tardaron en aparecer los problemas.

La primera noche, pudieron escuchar sonidos extraños y se podía notar cierta tensión en el ambiente así como descensos bruscos de temperatura que les hacía sentir incómodos, pero todo aquello podía ser normal pues los muebles crujen con el cambio de temperatura, y además estaban algo sugestionados por encontrarse en la habitación en la que se encontraban.

Pero conforme pasaban los días, la situación se hizo insoportable. Una noche escucharon unos extraños ruidos en el techo como si alguien caminase con fuerza o arrastrase un objeto pesado por el piso de arriba. El problema es que ellos estaban en la última planta y arriba sólo se encontraba el tejado, al que no hay acceso. Pero todo no acaba ahí, pues pudieron escuchar un fuerte grito gutural que les heló la sangre, obligándoles a salir de allí. Se intentaron convencer de que aquello tenía explicación, que quizás alguien intentaba asustarles, pero por más vueltas que le daban, aquello no parecía tener ningún sentido.

En otra ocasión, se encontraban sentados en un pasillo cuando el ambiente comenzó a enrarecerse y las bombillas de la fila de luces que había sobre ellos empezaron a apagarse una a una desde los extremos hasta llegar a la que había sobre ellos, dejándoles en la más absoluta oscuridad. Al cabo de unos segundos, todas las luces se encendieron de golpe. Según me explicó Lucas, si pulsabas los interruptores de aquella sala, se apagaban todas las luces a la vez y no de una en una como lo acababan de hacer.

Pero quizás, lo más terrorífico tuvo lugar cuando regresaron a la habitación y encontraron un crucifijo boca abajo con el Cristo arrancado y que todo apuntaba a que alguien lo había metido por la ventana aun tratándose de un tercer piso. Además, ese mismo crucifijo estaba previamente colocado en otra estancia del monasterio.

Tras aquel suceso, le explicaron al sacerdote del monasterio lo ocurrido y el hombre se dirigió rápidamente a aquella habitación a echar agua bendita y a rezar.

 Los sucesos parecieron detenerse y nunca supieron qué los había producido y por qué. Pero desde luego, vivir aquello supuso un fuerte cambio en Lucas, que empezó a ver el mundo paranormal con otros ojos.